Se sale por pista de hormigón hacia el Santuario de la Virgen de la Tuiza, declarado Bien de Interés Cultural, que hoy ha quedado debajo de la Autovía. Hay fuente, merendero y sombras para descansar. Se cuenta que los segadores gallegos cuando volvían a pie por este camino dejaban sus hoces como ofrenda a la Virgen. Los ríos Pedroso y Tuela se juntan al pie del santuario. El camino sube hacia la derecha como si quisiera entrar en la autovía y va paralelo a ella durante unos 200 metros, luego va hacia la izquierda con una ligera bajada para empezar a subir también con suavidad. La senda te lleva hacia la cumbre a la sombra de las Searas Novas, siempre a la izquierda de la carretera y de la Autovía, hasta llegar a la Portela de A Canda a 1.262 metros de altitud. Empezarás a encontrar las señales del escultor gallego Carballo instaladas por la Diputación de Ourense. En la carretera vieja, 20 metros hacia la derecha, se encuentra un antiguo monolito con fuente incluida.
Desde aquí se siguen las señales hacia la pequeña aldea de A Canda, por senda, a la izquierda de la carretera abandonada, para entrar en ella a unos 800 metros antes del pueblo.