El Monigote
Pero el nombre exigía un personaje. No podía flotar en el espacio, pedía un cuerpo. Y de este modo nació nuestro querido y simpático monigote.
En el ya citado nº 0 estaba presente, lucia un ancho sombrero con una margarita. Tenía la cara ingenua pero alegre.
En el nº de febrero del 89 ya aparece como frontis de nuestro boletín, y junto a él, lo de “la puerta se abre a todos…”, que refleja el espíritu que debe presidir el Camino y nuestra Asociación.
El Boletín nº 4 (octubre del 89) cambia el monigote.
Lleva botas graciosas y se ha hecho más gordo y amable. El sombrero se ha hecho más pequeño y flexible, aunque sigue conservando la flor. Además luce una vieira en su ala.
Aún se modificaría más, concretamente en el Boletín del 5º aniversario (el nº 15) cambian algunos pequeños detalles.
Con el tiempo encontró una compañera y os presentamos a la Vieiragrina.